Buenos días, fíjese usted.

-Fíjese usted que hoy es un buen día.
-¿De veras? No consideraría un miércoles cualquiera con unas nubes que amenazan y un montón de papeles por hacer en la mesa un buen día...
-Quizás usted debería mirar más su vida y no sus quehaceres, debería usted mirar sus satisfacciones y no sus penas.
-Quizás tenga razón.


Y claro que la tenía, ¡por supuesto que yo llevaba razón! Cuál universo expandido parece la estupidez humana. Debo, debo, debo, ahora mismo, debo, llego tarde, perdón, debo debo... Nuestra mente se colapsa, y no disfrutamos del caminar, no disfrutamos del paisaje. ¿Cuándo fue la última vez que tomó café sentado mientras leía el periódico y escuchaba la televisión? No tiene tiempo. Ya. ¿Ha probado a poner el despertador diez minutos antes? Esta bien respetaré su decisión de dormir si eso es lo que quiere. De acuerdo pasemos a otros temas. ¿Cuándo fue la última vez que se despertó dos minutos antes de que sonara el despertador y se tomó el gusto de apagarlo con una sonrisa? ¿cuál fue el último libro que leyó tranquilamente y sin presión? ¿Cuánto hace que no se sienta a hablar con alguien durante más de seis horas sin importar lo que venga después? Pongamoslo aún más fácil si lo desean, ¿Cuánto hace que no disfrutan con cualquier cosa?


Tan sencillo como entender la estupidez humana, es conocer que pasamos el día preocupándonos por cosas que afectan a nuestro estado de ánimo según la importancia que se les de. Por eso me tomo la liberad de decir que un miércoles cualquiera con las nubes amenazantes, es un buen día. Un día en el que me he despartado antes de que sonara mi despertador, que lo había puesto diez minutos antes para leer el periodico mientras tomaba mi café con las noticias sonando en la televisión. He leído dos capítulos de la última joya de mi biblioteca personal, y sigo hablando con una de las mejores personas que tengo en mi vida ahora mismo. Y disfruto, disfruto de todo lo que me rodea: encontrar un asiento en el metro en hora punta, comprarme un café para llevar, sonreír cuando alguien te mira para demostrar que puedes y quieres ser feliz, y sobre todo disfrutar de los días que se van y de los nuevos que llegan.


Pero sobre todo, el secreto para ser feliz, es amar, amar con intensidad y durante toda tu vida, amar como nadie y amar para siempre. Amar(le) bajo cualquier cielo. En cualquier día, en cualquier circunstancia. Vivir con amor y vivir el amor.

¡Pero cuidado! Amar es algo grande, y amar es imposible de describir (al menos si no hago la trampa de ponerle su nombre), amar es lo más maravilloso que le puede pasar a uno. Cuando se enamoren, y amen, y sean amados, no podrán ponerle cualquier otro nombre, adjetivo o calificativo que no sea el nombre de la persona amada, por eso quiero advertirles, no usen la palabra amor o amar hasta que no llegue ese momento, hasta entonces, por favor les pido, que usen la palabra afecto. Gracias.

3 comentarios:

Raxu dijo...

Perfecto. Encuentro que tienes toda la razón. Nos preocupamos por cosas superficiales y no por lo que de verdad importa, y eso nos afecta en el día a día.
Deberíamos no ser tan materialistas y superficiales y aprender a disfrutar de las pequeñas cosas y de las que nos hacen sacar una gran sonrisa porque de verdad la sentimos.

Keiko McCartney dijo...

Pff... Tienes toda la razón. Hemos olvidado el verdadero significado de la palabra tranquilidad. Ahora nadie sabe hacer las cosas con gusto y saboreárlas como éstas se merecen. Humm... es triste que nos hayamos acostumbrado a la rutina y hayamos olvidado el buen momento de tomar un café con tranquilidad.

Me gusta.

El Drac dijo...

Me aúno a los anteriores comentaristas, has dado en el clavo auqnue un poco tarde ya la humanidad se descarrió. Un abrazo

Publicar un comentario

Brains think about it and they say...