Grün (Verde)

Caos.

Alguien dijo que dentro del caos se halla el orden y dentro del orden un infinito caos, no recuerdo su nombre, pero es igual.. Eso no me importa. Por que mi mundo no tiene caos, ni orden, no tiene nada, mi mundo es un completo vacío, un abismo azul con nombre y dueño. Lleva nombre y mientras su dueño aún busca mi pequeña burbuja azul, con miles de estrellas fundidas yo me sentaré a esperar, me sentaré a contar las estrellas que caen, a sueños que se rompen y miradas que se congelan. Un pestañeo y me pierdo quizás una palabra, una vuelta de cabeza y quizás él pasa por el lado contrario, segundo, milésimas... ¿Estadística quizás?

No. Casualidad.

Se esfuma como el humo, tan intangible, tan efímero, tan escurridizo, que a veces me pregunto si existe. Él es esa niebla que acompaña rozándote sin hacerlo, abrazándote sin rodearte con los brazos. Esa sensación de soledad aún en compañía, ese ruido de la puerta cerrarse por si sola, el viento mecer las cortinas, o quizás el simple pensamiento de un nuevo día. Él es un mundo, azul, con sus montañas emocionales, con sus verdades, realidades, sus leyes, es algo tan único y especial que ni siquiera sé qué es.

Y mientras contaré los ositos de goma de una bolsa de chuches. Comeré los que necesite y guardaré unos pocos para que se los coma él. Para que coja la bolsa con sus manos y pueda ver que aún hay de sus favoritos, los de menta, los verdes. Los demás los aparta, por que no le gustan los blancos, desconfía de los naranjas y los rojos no acaban de convencerle. Es raro por que a mí me gustan todos. Sin embargo siempre compro más verdes y los demás los comparto en la noche con mi propio subconsciente que me dice "¿para qué los guardas si nunca vendrá a buscarlos?".

Caos en la bolsa, los verdes se amontonan abajo y encima una mezcla de colores, una gran inmensidad que sostiene un orden que no entiendo, conforme los como, salen los colores. Me da igual el orden que tengan, como si me los baraja el destino , o Dios en persona, me da absolutamente igual, por que los verdes nadie los tocará. Nadie podrá un dedo en esos ositos hasta que la última de mis lágrimas cese, o en todo caso hasta que llegue él para secármelas.

3 comentarios:

ChicaGuau dijo...

Me encanta, sublime.
¡Un beso enorme!

Keiko McCartney dijo...

Te comes muchas letras, abusas de las metáforas y las comparaciones a veces son excesivas. Y muchas veces, no se te entiende lo que quieres decir por abusar de ellas. Pero aún así, un texto muy convincente y original.

un beso.

Claudia Hale. dijo...

Yo también guardaría los ositos de goma verde si a él le gustaran :)
Me encanta, de verdad. Es increíble como explicas lo que sientes de este modo.
Como siempre, increíble (L)

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