Acompáñala esta noche.

Hoy me tropecé con ella, con Jeanne. Vi de nuevo sus ojos y los vi de nuevo vacíos. Me la crucé y lo comprendí, llevaba todo el día con la misma canción en el Ipod, tenía ganas de llorar. Cuando casi se cae encima mío solo susurró un pobre lo siento. La estaba matando, él, el chico de la servilleta, la estaba matando por dentro. O eso me pensaba yo. Ese instante de un cruce de miradas me bastó para saber que bajos sus pupilas habitaba un alma desolada. Sus caricias eran frías, sus labios estaban cortados. No olía a perfume y llevaba entre las manos varios libros y una carpeta.

Él me vio chocarme con ella, él me miró y comprendí que ella era invisible. Entonces supe cuanto dolor sufría. El chico solo se había girando por el sonido que produjo mi voz.

Ella le miraba, y él me miraba a mí. Seguí mi camino y todo volvió a la normalidad. Entonces escuché el ruido de la aurora boreal romperse y me giré, ella frente a él, él mirando a otro lado, y ella alzando la cabeza. Quizás susurró algo, pero la vi tan indefensa. Él no le prestaba atención. ¿Era invisible? ¿Estaba solo en mi mente? No un dolor así no puede ser ficticio. Pero ella parecía tan pequeña, tan innecesaria para él. Era como una pequeña hierba para un ser humano, está ahí, pero no le haces caso. Y en el fondo yo quería gritarle a él, a su L, de Love, de Luz. Quería gritarle a esa Ele que ella estaba, que tenía sentimientos, que lo pasaba mal, que se sentía pequeña a su lado y quería besarle. Sé que ella querría regalarte cada una de las estrellas Ele, sé que ella robaría cada una de tus caricias y las guardaría en una cajita de cristal.

Por que ella en el fondo está sola, por que se siente sola, por qué sabe que quiere abrazarse a ti, que la retengas entre tus brazos, que la oigas y te apasiones por el azul de su mirada. Ella quiere no sentirse sola, no quiere vivir presa del pánico por no poder ser escuchada, ella quiere ser libre y poder volar en tus miradas. Quiere que la acompañes, a su soledad, a su rincón vacío, pero al fin y al cabo suyo.

Quiere que la acaricies hasta que deje de llorar y se duerma.

8 comentarios:

Mery Da Font dijo...

Estoy llorando por tu culpa... enfin, ya lo sabes todo.
Te echo de menos, y te quiero muchísimo.
Gracias por cosas como la de ayer. Te necesitaba justo en ese mismo instante, y ahí estabas.

Claudia Hale. dijo...

Estoy segura, segurísima, y me apostaría los ojos de Chris, a que NADIE puede querer tanto a Ele como lo hace Jeanne.
Ojalá Ele se de cuenta, y la acaricie y le cuente cuentos hasta que ella se duerma. Porque se lo merece tantísimo..
Como siempre, ya lo sabes mi niña (L)

El Drac dijo...

Bonito relato, quépena que siempre , la mayoría de las veces nos sintamos tan solos ¿no? Las cosas que escribimos son sólo terapias para escapar de la soledad. mUn gran beso.

Raxu dijo...

Triste, pero a la vez perfecto.

icHiGo. perO no sOy friKi dijo...

yotenia un chico de la servilleta!!!
y ahora es de otra! =(

perono me siendo mal por que me aun ahora lo sigo viendo, no como antes ahora solo somos conosidos que se encuentran en "X" lugar

pero cuando me siendo mal se me antojan uno de sus abrazos de conejo

Keiko McCartney dijo...

Jope... bff... (L)

Jimena del Solar dijo...

ohh me encantaaa! Escribí algo similar recien, que pruebe con un osito de felpa a la de mi mundo le funcionó un poquito, pudo llenar un poquito aunque sea ese vacío causado por la ausencia de él.
Besitos!

Diane dijo...

Si la verdad es que solamente quiere que la quieran ¿no? Pero para él es casi invisible el brillo de sus ojos y no escucha los latidos acelerados de su corazón cuando para por su lado.
Me encanta, me siento muy identificada.
Además me ha llamado mucho la atención esa frase de minority que tienes al lado :3 Green Day son parte de mi <3 les adoro.

Te sigo un beso

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