Soldado de papel.

30 de Marzo 2003.

Nos entristece comunicarle que el día 27 de Marzo de 2003, en Afganistan Irak, mientras se encontraba en primera línea de fuego, falleció el soldado presente en batalla Mark Tompson, mientras realizaba trabajos prestados al servicio de su patria. Lamentamos la perdida familiar. (...)


El telegrama seguía pero la mano me temblaba. Seguía diciendo una lista de sandeces inigualable, tales como ayuda económica para suplir el empleo de Mark, o visita del ministro de defensa por el reconocimiento al trabajo, entrega de la medalla al mérito... Y seguía, ese condenado papelito amarillo seguía y seguía, recordándome tu ausencia.

Hace más de 6 años que no estás Mark. ¿Sabes? He conseguido lo que te prometí, pero lo he conseguido a medias. He hecho todo lo que me pediste si te ibas (o casi). Tengo pareja, se llama Ryan, como el soldado de la película que veíamos siempre, es muy cariñoso conmigo, y no es soldado, es empresario. Vivo en otra casa, (la anterior me trae recuerdos infinitos de nuestros días de amor), está bien situada a las afueras de un pueblo de Connecticut, Ryan dijo que New Haven era perfecto para mudarnos y que la pequeña Lily pudiera jugar en el parque con los demás niños de su edad.

Lily está muy mayor va a cumplir ya los 6 años, este diciembre, tiene los ojos de su padre, grises y profundos, muy grandes, Mark siempre se quedan mirando a Lily, porque és demasiado escuálida, muy delgada, con la nariz respingona y millones de pecas, está tan guapa. Pero sus ojos grises a veces me dan miedo Mark. Me mira de una manera, cómo si supiera que en realidad su padre no está, y es que siempre que nos encontramos a mis padres le dicen 'eres el vivo reflejo de tu padre niña' y Lily responde 'yo no me parezco a Ryan y él es mi papá ¿verdad?'

Lo que más siento es no cumplir lo más importante de la promesa. Tú. Tu recuerdo, tu taco y tu sonrisa están guardados bajo llave, los saco siempre que llega el 27, o si no es 27 me invento una excusa para mí misma para poderlos ver. Esa forma de mirar, esa mano siempre fría rozando mi espalda. Te echo de menos. ¡Jo-der! ¿Es que acaso tú merecías eso? ¿Qué pasa con ellos? ¿Los soldados para ser valientes han de morir en batalla? Fabrican bombas, armas, artilugios para matar. Y tú has tenido que pagar la dejadez de un comandante sobre sus hombres. ¿Qué triste no? Después de muerto sólo se dignan a enviar un telegrama, para no tener que dar la cara delante de la familia dolida. Te convierten en soldado de honor, en un soldado de papel, de papel amarillo, lleno de lagrimas después del tiempo, y acabando olvidado en el fondo de un cajón oscuro.

Ahora ya no duermo por las noches, mi sueño se basa en cajas de valerianas para poder dormirme, siempre que no me atormente el recuerdo de tu fantasma. Que ahora se ha instalado donde solías comer, en el fondo de la mesa del comedor en la primera silla de la izquierda. Ryan sabe que ahí estás , así que simplemente buscó otro sitio. Cómo lo ha buscado en mi corazón.

5 comentarios:

Andie dijo...

Me gustó.
Aunque me gustó más El de la rosa y el café, sinceramente :3

Keiko McCartney dijo...

Joder que triste, pero bueno. La protagonista ha hecho bien en rehacer su vida,porque si llega a vivir estancada en ese recuerdo... pobre de ella.


Increíble, Lenda.

La ladrona de besos dijo...

A mi me da penilla Ryan.

Claudia Hale. dijo...

Qué triste..
Y pobre Ryan, que a pesar de todo, no será querido de verdad.
Me gusta mucho Lenda, ya lo sabes.
(L)

Trovador de sueños dijo...

Muy bueno.
triste, pero muy cierto.
A veces no todo el mundo recibe lo mismo que da.

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